La tendencia educativa de finales del siglo XX y de inicios de este siglo XXI, es cualificar los desempeños y desarrollar las competencias cognitivas básicas, en especial en los educandos de los países latinoamericanos, como una estrategia de formación humana para la eficiencia, la eficacia, la efectividad y la pertinencia. Los países de la región necesitan un adecuado progreso humano de sus futuras generaciones, en relación con un apropiado desarrollo de los procesos cognitivos, pues es a través de ellos que se construye el conocimiento y se buscan nuevas alternativas para responder a las necesidades socio-culturales de hoy.