En Alemania, los alumnos de la que se conoce como formación profesional dual combinan el aprendizaje en el aula con la experiencia de trabajar en una empresa, debiendo adoptarse a los requerimientos de esta y percibiendo un sueldo. Al acabar el periodo de formación, suelen encontrar trabajo rápidamente porque las empresas alemanas apuestan por el valor añadido que la práctica real otorga a los conocimientos de base.