A través de los siguientes párrafos vamos a explorar una sospecha: Para saber que jugamos y para afirmar que otros juegan, disponemos de una idea de lo que es jugar. El filósofo francés J. Henriot (1989) coloca su erudita y aguda reflexión sobre el juego en esa perspectiva: "para que haya juego es necesario que la situación se preste y que el sujeto que se encuentra en ella disponga de los medios de percibirla y de imaginarla bajo este ángulo" (p.216). Son pues los jugadores quienes por su actitud instauran el juego, siempre y cuando las condiciones se muestren favorables.