El autor defiende que las aulas que escolarizan a alumnado con diversidad social, étnica o de nivel educativo son más fructíferas, en aprendizajes, formación personal y esfuerzo, que las agrupaciones de alumnado académicamente excelente. Es más, los primeros beneficiados son justamente estos alumnos, que aprenden más y mejor. Es lo que el autor denomina una situación de suma múltiple.