El niño es un ser capaz y competente que necesita, para desplegar todas sus capacidades, establecer vínculos afectivos fuertes y estables. Este es el punto de partida de una propuesta educativa que fomenta la autonomía de acción y de pensamiento en contextos de aprendizaje ricos y estimulantes. La incorporación de las familias en el proyecto, el trabajo en equipo y la formación continua son tres pilares básicos en esta experiencia.