El objetivo del artículo es analizar de qué modo los procesos de privatización en Argentina implicaron la desestructuración de un orden sociolaboral y simbólico, que organizaba la vida de dos colectivos de trabajadores vinculados con la extracción de petróleo y la producción de acero. REaliza una reflexión sobre los sentidos y valores que se disputan en los procesos de construcción de la memoria, rastreando continuidades y ruptura. Como común denominador encuentra que el procesos privatizador, así como la conversión de los trabajadores en emprendedores, representan un punto de ruptura que dificulta y complejiza la transmisión de la experiencia.