La memoria histórica, difundida a través de la educación, ha pretendido consolidar proyectos de identidad en Colombia. En lo concerniente a la enseñanza de la historia patria, tal memoria ha sido excluyente: negó la diversidad cultural del país y creó mitos, héroes y ¿actos inaugurales? en su existencia como nación. Para explicar ese asunto, los manuales para la enseñanza de la historia patria se constituyen en valiosas fuentes de investigación. En este artículo se ofrece un acercamiento a esa problemática, llamando la atención sobre la necesidad de incluir este tipo de fuentes para explorar procesos sociales de largo alcance, relacionados con la formación de la nación colombiana.