La gestión participativa y dialogante de la convivencia ha contribuido a transformar el IES Miguel Catalán, de Coslada (Madrid), en un centro de referencia donde los alumnos aprenden, además de las materias curriculares, el arte de ser personas. Con un impacto claro en el clima social, en las prácticas de inclusión y en la mejora del rendimiento académico, su dinámica abre nuevas posilidades de crecimiento y experimentación.