Una misma exposición del fotógrafo Joan Fontcuberta da pie a dos itinerarios de investigación en dos escuelas distintas. Sin embargo, las dos comparten la intención de mirar la realidad y el conocimiento desde una actitud crítica. Los montajes del fotógrafo instalan al alumnado en la incertidumbre de forma permanente y le enseñan a no creer todo lo que ve, a contrastar e ir más allá de lo aparente.