La autodisciplina constituye la esencia de la autonomía personal, que es uno de los objetivos de la educación. Por eso, excluir a la escuela de la formación del carácter y encomendarle únicamente la instrucción supone una tremenda falta de comprensión de sus obligaciones educativas. Su tarea también debe consistir en establecer didácticas para el aprendizaje de conceptos como el deber, la responsabilidad o la seguridad en uno mismo.