Al principio, estudian los animales pequeños que habitan su bosque particular, un espacio que antaño fuera una escombrera, pero en seguida se interesan por los árboles, arbustos y otras plantas que lo pueblan. Luego toman fotografías, experimentan con las ramas de mimbre que hay en el suelo, remozan los carteles de los árboles y empiezan un pequeño herbario. Son el grupo de 5 años y en poco tiempo trasladan la actividad a todo el centro.