El Padre José de Acosta llegó a Lima el 28 de abril de 1572. Tenía 32 años. Al año siguiente partió para una larga misión de quince o diez y seis meses, enviado por el P. Jerónimo Ruiz de Portillo. Este fue el primer contacto del Padre de Acosta con la tierra y con los problemas pastorales del Perú y de América. Su visión personal de la situación -de las cosas y los hombres- fue enriquecida con la visión del licenciado Juan Polo de Ondegardo, cuyos escritos sobre la condición y costumbres de los indios le fueron de mucho provecho, según confesión del propio Acosta.
