La Iglesia Latinoamericana ha dedicado, dentro de sus preocupaciones pastorales; una atención particular a los Medios de Comunicación Social. Desde la constitución del CELAM (1955) hasta la III Conferencia de Puebla (1979) ha producido unos 30 documentos de alcance continental. En ellos, con los aspectos pastorales, se estudian la formación, la organización, el impacto sobre los receptores, el lenguaje y hasta las implicaciones teológicas y litúrgicas. No es exagerado afirmar que nos hallamos ante un valiosísimo "corpus" doctrinal. Aquí me propongo ilustrar someramente el itinerario recorrido en la década 1968-1978, para luego intentar una primera lectura crítica del texto sobre comunicación social ofrecido por Puebla.