Terminada la visión pastoral de la realidad latinoamericana (Primera Parte del Documento de Puebla), nuestros "Maestros de la verdad que viene de Dios" (así llama el Papa a los Obispos en su Alocución inaugural de Puebla), comienzan la Segunda Parte con este sorprendente título: "Designio de Dios sobre la realidad de América Latina" [...] Es, pues, la virtud teologal de la fe, como respuesta humano-eclesial a la Revelación divina, que nos hace capaces de discernir el plan divino o el designio de Dios con relación a una concreta situación humana o histórica. Para diagnosticar la situación, el método será necesariamente inductivo; para discernir la voluntad de Dios en una situación diagnosticada, el método será inevitablemente deductivo.