Estamos a menos de diez años del año dos mil... La Iglesia necesita sacerdotes para evangelizar el mundo cristiano, pagano y ateo. durante la década presente y el tercer milenio. He aquí la razón del llamado del Sumo Pontífice a una NUEVA EVANGELIZACION; nueva en sus expresiones, nueva en su ardor, nueva en sus métodos. El problema presenta especialísima urgencia en el Continente Latinoamericano, ya que para el año dos mil la mitad de los católicos del mundo serán latinoamericanos. Por eso necesitamos sacerdotes excepcionalmente bien formados, que hagan frente a su misión evangelizadora, en esta década y en el milenio que está a las puertas de la historia.
