Para tomar sólo un aspecto de la realidad, lo económico, ¿nos damos cuenta de que la mayor parte de los momentos en que no somos productores (de bienes o servicios terminales o intermedios), somos consumidores (de bienes y de servicios, materiales y espirituales; permanentes, como la vivienda o el vehículo, y transitorios, como la consulta médica)?; ¿nos damos cuenta de que nuestras permanentes opciones en estos campos afectan siempre, directa o indirectamente, a otros hermanos? Dejando para otro estudio el desarrollo de lo que sería la ética del comportamiento diario de la persona como agente económico, nos centraremos en éste en el análisis de las posibilidades de acción sobre las estructuras económicas de la sociedad
