La mayor parte de los Mayas observa ciertas reglas celestes, terrestres y religiosas para talar, quemar y sembrar sus milpas. Los primitivos habitantes de América que edificaron tantas ciudades magnificas y grabaron innumerables figuras artísticas en los monumentos, que aún embellecen nuestro Continente, no se alimentaban solamente de venados y faisanes. No cabe duda que cultivaban también la tierra.