Ya está corriendo en pequeños impresos y dando su voz desde grandes anuncios los Programas de las Fiestas de Agosto. Todos, cada uno según sus posibilidades, celebrarán en San Salvador esas fiestas. No dejará de haber muchos para quienes sean tristes. Pero ninguno dejará de tener la posibilidad hacerlas alegres, en su misma tristeza o en su exterior desamparo.