un problema de criterios En los últimos mese la prensa comercial del país ha difundido ampliamente en editoriales, entrevistas y noticias la voz de quienes se han pronunciado en favor de una evaluación de nuestra reforma educativa, vigente desde 1968. Los juicios, peticiones y sugerencias publicados en torno a este problema no representan, ciertamente, la posición de organizaciones o instituciones que tengan una significación real dentro del proceso social salvadoreño. Pero, pese a ello, el Ministerio de Educación ha justificado su decisión de hacer una evaluación de la reforma educativa, basándose en un pretendido "clamor ciudadano"1 que, bien visto, no pasa de ser voz estereofónica de una docena de personas...