La Iglesia en El Salvador ha decidido tomar en serio a las organizaciones populares. Este artículo analiza la relación especial de la Iglesia con ella en lo que tienen a la violencia institucional y en lo que tiene de cauce necesario para la construcción del Reino de Dios. Sin embargo, su labor no se identifica con la labor de la Iglesia. Esta labor sería más valiosa y eficaz si no se centrara sobre la toma del poder, sino sobre la liberación integral de los trabajadores del campo.