Este artículo se recuerda la figura y obra de Mons. Romero en su significado para la actual Iglesia salvadoreña. La tesis que se sustenta es que la Iglesia está siguiendo la obre de Mons. Romero y en parte la está silenciando. Si quiere ser fiel a su misión evangélica e incidir positivamente en el país, la Iglesia debe mantener los principios cristianos en que Mons. Romero basó su actuación eclesial y social. De ahí que se analicen los principios del servicio de la Iglesia en el país, de la construcción de la propia Iglesia y de la fidelidad a Dios como fundamento de ambos. Este modo de conmemorar el primer aniversario del martirio de Mons. Romero seguirá presente si la Iglesia trata de proseguir su obra.