Después de analizar estadísticamente los niveles de las violaciones de los derechos humanos en el primer periodo final del gobierno demócrata cristiano y en los primeros meses del nuevo gobierno de ARENA, el autor plantea que si el gobierno y el grupo liderado por el presidente Cristiani se consolidan, imponiendo su hegemonía en el ámbito militar, económico, social y político, lo previsible es una tendencia de respeto-violación de los derechos humanos similar a la vigente en los cinco últimos años. No tanto por su ideología ni por la distención social de la crisis del país, cuanto por exigencia de las condiciones objetivas y reales, por pragmatismo político.