Más que hablar de lo que el gobierno de ARENA pretende hacer con el problema de la guerra se trata de establecer cómo, qué y cuándo utilizará el ejército, para sus fines bélicos, la política puesta en marcha por ARENA. El autor sostiene que la inestabilidad y flexibilidad de la coyuntura de transición a un nuevo gobierno agudizan las diferencias ya existentes en el medio militar. Las estrategias y tácticas contrainsurgentes, incluidas la acción cívica y las operaciones psicológicas, son independientes del partido en el poder y de sus planes de gobierno.