De3spués de un breve periodo de apertura, la política exterior de "derechos humanos" de los Estados Unidos ha revertido a una línea dura que recuerda los tiempos de la "guerra fría". Esto ha significado una reprogramación de la política de Washington hacia el área de Centro América y el Caribe, caracterizada por el fortalecimiento de sus fuerzas militares en la región, políticas de desestabilización a los regímenes progresistas y revolucionarios en el área, e indicios de estarse preparando una intervención militar directa y, si fuera posible, de internacionalizar elconflicto salvadoreño.