En este trabajo se trata en primer lugar de cuantificar las dimensiones del problema energético en El Salvador. Se analiza, además, las raíces del problema, por lo menos en lo que toca al petróleo, como el haber optado por un modelo del consumo urbano y una cultura del automóvil, que trae consigo un gran uso no productivo de petróleo; este consumo es también irracional en el sentido de que no tiene en cuenta la limitación de los recursos de que el país dispone, recursos que habría que gastar prioritariamente en hacer frente a las necesidades básicas de las mayorías pobres. En este contexto se comentan las recientes medidas propuestas por el gobierno para ahorrar petróleo. Finalmente, se analiza aquí la alternativa energética de la electricidad y se llega a la conclusión que es necesario tomar ya medidas, la interconexión con Centroamérica sería una de ellas, para responder a la demanda de dentro de 10 o 15 años.
