Conforme Santo Domingo percibía que se “estaba gestando un nuevo orden económico mundial”, de igual forma, hoy se puede hablar de dos nuevos escenarios en el orden económico futuro: o bien de continuismo o de cambio. Ante esto, a los Cristianos, no nos queda otra que, luchar con esperanza y entusiasmo para que la economía se oriente a la construcción de un mundo justo y solidario.