El autor nos hace, en su artículo, un interesante recorrido pastoral por el camino que ha seguido la Iglesia de América Latina y el Caribe en estos últimos cincuenta años, tomando como base las cuatro grandes conferencias del Episcopado. De cada una de ellas examina el contexto, la realización misma de la Conferencia y los aportes más novedosos como respuesta a la situación de la época. El autor destaca, entre otras cosas, las siguientes: el ejercicio de lacolegialidad episcopal que ilumina, desde la fe, el peregrinar del pueblo de Dios en nuestra región; la conformación de una Iglesia con una especial vitalidad profética que le da una identidad propia en el contexto de la Iglesia universal; el proyecto global de “nueva evangelización” que tiene como elementos constitutivos la promoción humana y la inculturación del Evangelio; y la importancia del CELAM como organismo que anima la reflexión, el diálogo, lacomunión y la solidaridad en el continente.