El trabajo plantea un ejercicio del uso de modelos culturales para comprender algunos textos de Pablo. El autor, a partir del modelo de cuerpo, tomado de la antropología cultural, profundiza en el uso que Pablo hace del mismo para mostrar la construcción de la Iglesia y concluye que san Pablo probablemente utilizó modelos culturales para construir un entramado teológico que fuese relevante y efectivo en su entorno, lo cual es fundamental para distinguir entre las características esenciales de la Iglesia y aquellas que son culturales y, por tanto, susceptibles de adaptación y actualización, dejando ver que la teología, especialmente la eclesiología, se ve enriquecida por esta perspectiva.