Esta reflexión pretende hacer una lectura del Año de la Vida Consagrada, a partir de dos fuentes: la Carta Apostólica para todos los Consagrados, del Papa Francisco, y la propuesta de Vida Consagrada de la CLAR para el Continente Latinoamericano. Se remonta, primero, a la altura de los principios, para otear el tema desde cuatro horizontes: la realidad, la Palabra de Dios, la Iglesia y la salida misionera; y lo aterriza luego en la práctica, sobre las pistas de los objetivos, las expectativas, los panoramas de la Carta Apostólica, y, del Horizonte Inspirador y el Congreso de VC 2015 de la CLAR. Al lector se le proponen unas pistas, dejándole espacio para que el mismo articule la visión y la orientación, con énfasis aún más concretos, aquellos que tienen que ver con su propio contesto y el de sus intereses personales, teológicos, pastorales.
