El informe de la Comisión de la verdad es un documento excepcional sobre el que se debe fundar el nuevo El Salvador. Su contenido expresa el mal y sus dinamismos en el país, pero el hecho mismo de publicarlo es gracia y buena noticia, y manifiesta la poderosa tradición de verdad que existe en el país. Dadas las reacciones que se han dado -como la amnistía-, que pretenden dejar a todo un pueblo burlado, es imperioso generar esperanza para el pueblo.