El presente artículo se realizó entre 1992 y 1995. Expone las razones que motivaron a los protagonistas de El Salvador a negociar la paz y abandonar algunos de sus compromisos más importantes. En este sentido, analiza los problemas enfrentados por la Organización de las Naciones Unidas en su función dual, es decir, como verificadora, contraria a su papel previo como mediadora, y en el fortalecimiento institucional. Asi mismo se estudian las decisiones que tomó ONUSAL respecto a esta problemática. Los autores sostienen que la postura de las Naciones Unidas, que se basa en principios, generó resultados positivos para el fortalecimiento de la paz en El Salvador, y que la asociación de funciones de verificación y fortalecimiento institucional puede ser favorable si coincide desde el punto de vista político. Finalmente reconocen que los resultados obtenidos fueron determinados, en mayor medida, por las fuerzas políticas nacionales.