Este artículo analiza los principales dinamismos políticos, económicos y sociales que se fraguaron en El Salvador durante 1997. Una preocupación recorre el artículo a lo largo de sus páginas: sin una firme institucionalización de las reglas y valores democráticos, el país no saldrá del atolladero en el que se encuentra en los ámbitos político, económico y social. Adicionalmente se argumenta que no puede lanzar un Plan de Nación-y menos confiar ciegamente en su éxito- sin tomar en cuenta el contexto socioeconómico y político en el que será implementado y, en el cual, seguramente encontrará fuertes resistencias capaces incluso de frustrar su puesta en marcha.