El propósito de este artículo es reflexionar sobre la importancia y el sentido de la cultura política democrática, en su articulación con el régimen político que la genera y al que sirve de sostén. Este análisis arranca de una pregunta clave: ¿qué es lo que permite que los ciudadanos acepten los mecanismos democráticos para la resolución de sus problemas? La respuesta que se ensaya es doble: por un lado, la confianza en las instituciones democráticas; y, por el otro, el rechazo a las soluciones de fuerza para resolver los problemas de la sociedad.