Entre 1980 y 1992, El Salvador vivió el que posiblemente es el período más trágico, en términos tanto relativos como absolutos, de su historia reciente; o quizás nos podríamos atrever a decir que, simplemente, de su historia. Desde sus inicios, la guerra civil que desgarró al país durante más de una década de forma abierta -sin contar los años previos de situación prebélica, pero con consecuencias sociales y humanas de coyuntura casi bélica-ha sido foco de atención de numerosos investigadores de múltiples disciplinas, lo que ha dado lugar a una abundante bibliografía en torno al tema. Pero, con todo, en la actualidad tenemos un conocimiento incompleto del período, de sus hechos y de sus actores. El presente artículo tratará de hacer un balance general del estado actual de los estudios en torno a algunas de esas cuestiones. Esto es, no pretendemos analizar con detenimiento la historiografía sobre la guerra civil salvadoreña con todo lo que ello significa en cuestión de acontecimientos, protagonistas, interpretaciones y consecuencias tanto políticas o económicas como humanas y sociales en general. Nos centraremos en uno de sus protagonistas, el principal quizá, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la organización revolucionaria que encabezó el desafío político y militar a los gobiernos cívico-militares del período y que a la postre llevó a la reforma del sistema político salvadoreño.
