En este artículo, se hace una reflexión sobre el impacto que tuvieron los Acuerdos de Paz de 1992 en la cultura salvadoreña. Para el autor, el período comprendido entre 1992 y 1995 mostró las potencialidades creativas y transformadoras de la cultura salvadoreña. Ese período cumple con las características que el crítico literario soviético le da al carnaval: la destrucción del escenario tradicional, en este caso, del escenario político tradicional, y el protagonismo de toda la colectividad “de acuerdo a las leyes de la libertad”. Sin embargo, esta experiencia fue inconclusa. El rumbo posterior del proceso político del país le restó posibilidades.