En la recién concluida Cumbre de Desarrollo Sostenible Río+20 –denominada así por el vigésimo aniversario de la Cumbre de la Tierra en Río, en 1992– se distinguen algunos cambios en el discurso de las Naciones Unidas acerca del desarrollo sostenible. Además, se enuncia, como preocupación primordial, “que una de cada cinco personas de este planeta, es decir, más de mil millones de personas, siga viviendo en la extrema pobreza, y que una de cada siete, o el 14 %, esté malnutrida, en tanto que ciertos problemas de salud pública, como las pandemias y las epidemias, siguen constituyendo una amenaza omnipresente”1.