Durante la guerra civil que vivió El Salvador en la década de los ochenta, prevalecieron las reiteradas violaciones a los derechos humanos, tanto de combatientes como de civiles indefensos. Hubo masacres indiscriminadas de hombres, mujeres, niños y niñas; desapariciones forzadas de personas, torturas y ejecuciones extrajudiciales. Según su informe (De la locura a la esperanza), la Comisión de la Verdad recibió más de 22 000 denuncias sobre hechos ocurridos entre enero de 1980 hasta julio de 1991: el 60 % correspondía a ejecuciones extrajudiciales; el 25 %, a desapariciones forzadas; y el 20 % están relacionadas con torturas.