Los programas de resolución de conflictos se consideran una cuestión fundamental en todo país del mundo. Aunque la índole de los conflictos es semejante, las formas que estos adoptan y las razones por las que surgen pueden ser muy diferentes. Un número significativo de conflictos se ha producido en forma de revoluciones o movimientos de liberación, o de movimientos separatistas volcados en la plena autonomía o en la independencia. Algunos conflictos han surgido como parte de campañas políticas para abolir la desigualdad y la explotación, pero en otros se entra únicamente para proteger normas y valores religiosos.