Me refiero al hambre que se puede saciar comiendo y del anhelo que se despierta en virtud del encuentro con otra persona y que se intensifica aún más con la relación. El hambre es un elemento constitutivo de la vida humana porque ésta es una realidad dinámica, comparable a un motor, que se para cuándo se queda sin combustible. El hambre señala uno de los rasgos característicos de la condición humana: “no es sin pan”. El anhelo es un elemento constitutivo de la vida humana porque ésta es una realidad social, comparable a una red en la cual los seres humanos están vinculados entre sí mediante múltiples relaciones. El anhelo señala el otro rasgo característico de la condición humana: “no es sin los otros”.