A menaza una sospecha generalizada, esta vez no con respecto a los judíos, sino a los musulmanes: como si éstos, instigados por su religión, fueran todos ellos potencialmente violentos. Y como si los cristianos, por el contrario, debido al adoctrinamiento de su religión, fueran todos ellos no violentos, pacíficos y afectuosos... No fuera malo.