El Concilio Vaticano II recordó el vínculo entre la Biblia y la liturgia, pero aún más profundamente el puesto central de la Biblia en la oración, la predicación, la catequesis, el trabajo teológico, el compromiso social...; dicho brevemente, en todos los ámbitos de la vida de la Iglesia. Voy a ocuparme de la renovación bíblica y litúrgica y de su alcance teológico y pastoral, antes de señalar algunas zonas de sombra y algunos puntos en los cuales las reformas conciliares se deben llevar adelante en África y en otros lugares.