El proceso de globalización, más que un fenómeno económico, financiero y de comunicación, representa una nueva fase en la historia de la Tierra y de la Humanidad 1. Constituye el momento en el que todas las tribus tienen la oportunidad de encontrarse e intercambiar saberes, valores, tradiciones espirituales y éticas, y propiciar el diálogo entre culturas y religiones de lo más diversas 2. Ahora todos los sistemas deben ser necesariamente abiertos, y no cerrados, como ocurría en gran medida en el pasado. Los sistemas cerrados crean sus propias visiones del mundo, su jerarquía de valores y sus verdades religiosas, consideradas normalmente únicas o las mejores. En la actualidad ya no puede ser así. Sería reductor y demostraría la falta de reconocimiento de aquello que el Espíritu hizo en la historia de estos pueblos.