En su origen la fuente de riqueza de la población de lengua bantú era el ganado, no la tierra. Zimbabwe, la tierra situada entre el Limpopo y el Zambeze, con una extensión aproximada a la Alemania actual, tenía, probablemente, menos de un millón de habitantes cuando los “pioneros” de Cecil John Rhodes la ocuparon en 1890. Sus habitantes podían permitirse el lujo de utilizar enormes extensiones de terreno.