Se entiende que el objetivo de una democracia es crear las condiciones y las estructuras que hagan posible que la gente viva en paz y armonía respetando las diferencias individuales y culturales. En el contexto cultural tradicional de África que se refleja en las doctrinas cristianas, un pueblo democrático es el que vive solidariamente, comparte sus bienes y forma una verdadera comunidad. Un pueblo democrático no es solamente un grupos de individuos que viven juntos, sino aquel en el que prevalece la justicia social y económica haciendo posible que todos puedan disfrutar de una vida digna y tener acceso a los servicios esenciales. Un país o una comunidad democrática respeta y fomenta los derechos humanos tanto dentro de él o ella como en el exterior.