Es algo evidente que la gente cambia con la edad; los niños se comportan de forma diferente a los adolescentes, y éstos también con respecto a los adultos. Sin embargo, este fenómeno no es nada simple. En primer lugar, el cerebro desarrolla con el tiempo una capacidad para apreciar el contexto y realizar conexiones entre las percepciones proximales y distales; en consecuencia, las “interpretaciones” de las partituras musicales realizadas por los directores y los músicos veteranos de las orquestas se va haciendo paulatinamente más contextual, sobre todo en cuanto al “tiempo largo del pentagrama”.