Era el día 15 de agosto de 2001, festividad de la Asunción. Mientras terminaba la misa solemne en la catedral de Santiago de Chile, un grupo de personas se concentraba a sus puertas. Las voces de los últimos sones de la misa fueron acalla dos por los sonidos de otras voces y cánticos diferentes. Quienes se habían concentrado en las puertas de la catedral eran miembros activistas del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual de Chile (MOVILH). Habían venido a protestar contra la posición del Vaticano sobre la homosexualidad y en general contra el hecho de que las leyes chilenas estuvieran íntimamente vinculadas con la doctrina de la Iglesia.