Este artículo está enmarcado en varios ritos de distintos pueblos originarios, donde se plantea el principio y fundamento de la espiritualidad indígena, que tiene como base la alteridad. Tanto el ser humano como la naturaleza son «el otro», quien es la expresión de la divinidad. La percepción del «otro» implica asumir la responsabilidad en la defensa de los derechos de la madre Tierra y de los más vulnerables. La resistencia espiritual indígena se expresa frente a los atropellos históricos y actuales en contra de los pueblos indígenas y la casa común.