Los pueblos indígenas de todo el mundo comparten una espiritualidad relacional que está profundamente conectada con la tierra y toda la creación, incluidos los árboles, las montañas, los animales y las plantas. En este artículo reflexionamos sobre esta espiritualidad ancestral y su importancia para la supervivencia y la resistencia de los pueblos aborígenes que viven actualmente en Australia, como también sobre la contribución que hacen a su fe y práctica católicas.