Cuando los cristianos profesan el credo niceno, afirman que creen en Jesús, quien por nuestra salvación bajó del cielo. Este dogma central de la fe cristiana ocupa necesariamente un lugar preferente en la teología cristiana. Debido a esto, la teología debe tomar debidamente en cuenta el misterio salvífico de Cristo y la manera en que dicho misterio es comunicado al mundo. La soteriología, el estudio de la salvación, está en el núcleo de la fe cristiana y, por tanto, siempre debe ser cuidadosamente considerada por todas las diversas disciplinas de la teología, tales como la tocante al ministerio, a los sacramentos, la eclesiología y la cristología.