El objetivo declarado de los paradigmas de seguridad nacional de los actores principales en el conflicto coreano es la estabilidad y la seguridad. Sin embargo, la creciente militarización en la región puede desencadenar una catástrofe sin presidentes a escala mundial. Este articulo pone de relieve como los esfuerzos conjuntos de pacificación de las iglesias de Corea del Norte y de Corea del Sur, realizados a partir del concepto de paz justa del CEI, proporcionan recursos para repensar críticamente los modelos en los que se ha conceptualizado y practicado la seguridad humana.